viernes, 30 de mayo de 2008

ME CONSUELA COMPROBAR QUE SOMOS MUCHOS

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En la entrada a mi oficina han colocado dos máquinas expendedoras, una de ellas de café. Bien, pues resulta que esta mañana alguien ha bajado porque le apetecería tomar uno, habrá metido su monedita de 0,50 € (carísimo teniendo en cuenta la calidad del producto), habrá seleccionado si lo quería corto o largo, más o menos dulce, con o sin leche.............., habrá esperado que bajara el vasito, el palito a modo de cucharilla y que comenzara a caer el chorrito de ese deseado café. Al finalizar habrá levantado la tapa, habrá sacado el vasito ya lleno y........................................... se lo ha dejado encima de la máquina.
Ya van tres las personas que con el vasito en la mano y una amplia sonrisa se asoman y me preguntan si sé de quien es ese café. ¡QUE NO ES MIOOOOOOO!

¡TIO!!!!!!!!!, o verdaderamente está asqueroso o...................eres otro "despistao", pero da la cara y no me cargues a mi con tus despistes.
En fin........"cría fama y échate a dormir". ¡Qué se le va a hacer!

lunes, 19 de mayo de 2008

EL PELIGRO DE LOS DESPISTES CON EL MÓVIL

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En fechas cercanas a las pasadas Navidades, una mañana recién llegado al trabajo sonó la alarma de los mensajes en mi móvil. Lo abrí esperando que fuera una nueva propuesta publicitaria (como casi siempre) pero en cambio apareció un mensaje que decía más o menos asi:
"Mari, te extraño tanto....., te echo mucho de menos. Estoy deseando volver a verte. Te amo, Mari"
Firmaba un tal "Rubén"

Estaba claro que el firmante se había equivocado al marcar el número y su mensaje me había llegado a mi. Como resulta que soy buena gente y el contenido me parecía lo suficientemente importante para Mari como para dejar que esa declaración se perdiera y que no supiera lo mucho que le amaba su chico, decidí responder a Rubén para hacerle saber su equívoco.
Abrí el creador de mensajes y le escribí:
"Me alegro mucho de que quieras tanto a Mari, pero yo me llamo....... Ten cuidado la próxima vez cuando marques un número".

Le dí a enviar y me dispuse a trabajar convencido de que acababa de hacer la buena acción del día.

A lo largo de esa mañana recibí tres llamadas desde un número que no conocía. Las dos primeras colgaron en el momento de contestarlas y en la tercera respondió una mujer que me preguntó por un mensaje que había recibido por la mañana desde mi número. Para no dar más vueltas al asunto, aclaró:
"Bueno...., realmente el móvil es el de mi marido que se lo ha dejado olvidado en casa y llamaba para saber qué significa ésto".

Evidentemente ella no era Mari y el número desde el que llamó coincidía con el del envío del sms.

Amablemente le dije que sólo me había limitado a responder un mensaje que había recibido en mi teléfono, que no conocía a Mari ni a Rubén y que lo sentía pero que no sabía lo que estaba pasando. La señora me dio las gracias y colgó.

Le pedí a Dios que "Ruben" no fuese el nombre real del enamorado porque de otra forma, no quiero ni imaginarme lo que le esperaría al llegar a casa.

Desde ese día borro inmediatamente cualquier mensaje erróneo que me llegue y si quiero hacer alguna buena acción................ me pongo en contacto con los Servicios Sociales, así que.......................

........... ¡OJITO CON LOS MENSAJES DEL MÓVIL QUE LOS CARGA EL DIABLO!


domingo, 18 de mayo de 2008

EL HOMBRE SIN CIRCUNSTANCIAS

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En mi anterior trabajo me dedicaba, junto con un compañero, a seleccionar alumnos para realizar cursos de capacitación profesional y, posteriormente, encargarme de la orientación laboral de cada uno de ellos.

Los cursos a los que me refiero estan dirigidos a personas pertenecientes a colectivos especiales y en situación de riesgo de exclusión socio-laboral. En uno de ellos seleccionamos a una persona enviada por los Servicios Sociales. Era un hombre joven -demasiado joven para haber vivido determinadas experiencias-, de etnia gitana, expresidiario y con pocas posibilidades de insercion laboral ya que, además, no poseia ningun tipo de cualificación. Desde el primer momento tuvo problemas no sólo para asimilar los contenidos del curso sino, incluso, para asumir las mínimas normas de convivencia. Por ese motivo fue derivado en varias ocasiones al departamento de orientación.

En una de las entrevista él me manifestó que no entendía lo que explicaba el profesor porque se habia criado con sus abuelos y no habia podido ir al colegio. Ante ésto yo le respondí, más o menos, que a pesar de que sus circunstancias habían sido desfavorables, éstas podían modificarse. Él me miró muy serio y después de pensar unos segundos, me señaló con el dedo y me contestó: "Oye, que yo no tengo de eso (circunstancias), y tu me hablas en andaluz que a ti no te entiendo nada" (aclaro que soy castellano afincado en Andalucía). Al final esta persona tuvo que dejar el curso por razones que aqui no vienen al caso.

Siempre que cuento esta anecdota les resulta graciosa a los oyentes, pero si nos paramos a pensar quizá lleguemos a la conclusión de que esta persona, sin saber lo que decía, realmente estaba dando en el clavo. Él no había tenido circunstancias, es cierto. Él no había tenido la circunstancia de nacer perteneciendo a la étnia mayoritaria, no había tenido la circunstancia de nacer en una familia concienciada de que la educación y la formación son imprescindibles en nuestra sociedad, nadie le expuso la circunstancia de que para conseguir bienes hace falta algo más que el deseo y la acción de cogerlos, en fin, ...............realmente tenia razón, NO TENÍA CIRCUNSTANCIAS o al menos, éstas no le fueron favorables.
Alguien en el reparto, probablemente se "despistó" y se olvido de darle a este hombre sus circusntancias. Pero lo que es aún peor, seguimos despistándonos y dejando a demasiada gente sin ellas.

viernes, 16 de mayo de 2008

EL DESPISTE

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Leí hace poco en una revista de esas que están permanentemente integradas en peluquerías y otros establecimientos de ocio/negocio, que los despistados tenemos la mente pluriempleada, es decir, que abarcamos tal cantidad de ideas en una sola tirada, o en varias consecutivas, que no nos concentramos en lo que estamos haciendo.
Pues mira, SÍ!!!!............................. Y yo soy uno de ellos.

Me llamó la atención que el citado artículo hablase solamente de despistados y no de despistadas. ¿Acaso somos más despistados los hombres que las mujeres?. En caso de que la respuesta fuera afirmativa me pregunto si el fenómeno tendrá que ver con el origen de la afirmación femenina de que "los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez". En cualquier caso el objetivo de esta primera entrada no es el de establecer una discusión de género sino dar a conocer una de las características principales del creador de este blog.

Reconozco que esta forma de actuar puede sacar de quicio a las personas del entorno (en mi caso han llegado a estar al borde del infarto), pero también reconozco que la mayoría de las veces resulta una gran ventaja para el despistado. La no realización de cualquier tarea encomendada queda perfectamente justificada. Tu pareja se cabrea pero............................ acaba achacando todo a esa "característica" tan peculiar. Incluso habrá veces que hasta le resulte divertido.

Y AHORA..................................... ¿QUÉ ESTABA HACIENDO YO ???????????????