miércoles, 3 de junio de 2009

DOS SEGUNDOS, QUIZÁS TRES

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Apenas dos segundos más, quizás tres, bastan para tomar consciencia de que hay cosas que escapan a nuestro control, situaciones que no dependen de nuestras decisiones ni de las decisiones de otros, sino de aquello que pone ambas en conexión, aquello que las iguala en espacios y tiempos, aquello que las convierte en una sola realidad. Azar, suerte,...
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No levantar la mano para saludar a un conocido, no subir el volumen de la radio para escuchar esa canción que te gusta,...¡que sé yo!. Hacer o dejar de hacer cualquier acción simple fueron suficientes para que aquellos dos segundos más, quizás tres, no hicieran coincidir dos trayectorias en un blanco certero. Golpe seco, estupor, desconcierto y apenas dos segundos más, quizas tres, para que aquella ráfaga roja que envovió el ambiente en una nube de líquidos pulverizados hubiese cambiado el rumbo de la vida de muchos.
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A veces la vida comienza a partir de esos dos segundos, quizás tres, y te enseña que hay que bebérsela de un solo trago hasta quedar borrachos de ella, aunque luego vomites en la resaca para vaciar el organismo y volvertela a beber.
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A veces la vida te regala esos dos segundos, quizás tres. ¡GRACIAS!
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