jueves, 19 de marzo de 2009

EL DÍA DEL PADRE

A
Esta mañana, al encontrarnos en la cocina para desayunar, mi hija se ha acercado a mí con un paquete en la mano -afortunadamente era un pantalón, no un paquete bomba- y dándome un sucinto beso me lo ha entregado con la típica frase de... ¡Felicidades, papá!.

¡Qué mona!!!! jejejeje, sobre todo teniendo en cuenta que ayer mismo me lanzó 7 miradas heladoras, 2 "no te puedo aguantar", 27 "déjame en paz!!" y algún "papá, tu no sabes de que va ésto" aún por contabilizar debido a que la zona cerebral que procesa los improperios la he puesto fuera de cobertura por saturación. Vamos, nada raro en una adolescente de 15 años para quien su padre es esa entidad calva que deambula por la casa maquinando en silencio la forma de amargarle la vida. Cosas de la "aborrescencia", ¡qué se le va a hacer!!!.

En una fecha como hoy me viene a la memoria el día en que nació. Cuando me comunicaron que todo había ido bien y que tanto ella como su madre estaban perfectamente, aguanté el tipo hasta que mi padre me lanzó la tremenda pregunta: bueno hijo....., dime, ¿qué se siente?.

Entonces me derrumbé, me abracé a él y comencé a llorar. Eso impidió que pudiera ver la cara de mi padre, cara que ahora imagino con el entrecejo algo fruncido y una media sonrisa socarrona de esas que te comunican subliminalmente un.... ¡ahora te vas a enterar!.

¡Joder papá!, ¡podias haber avisado!, ¿no?. Ahora ya sé por qué se llora al tener un hijo. Se llora porque tu padre, en ese abrazo, te transmite la certeza de que ya no puedes echar a correr, que ya no hay marcha atrás. De esa manera se cobra su venganza por nuestra adolescencia "sufrida" en carnes propias.

No obstante y sin lugar a dudas, he de reconocer que el tener a mi hija es lo mejor que ha podido pasarme en la vida, aunque haya días en los que invoque desesperadamente al padre Carras, pero........ ¡me vengaré, lo juro!, esperaré tranquilo a que ella tenga un hijo y entonces....... la abrazaré cariñosamente, frunciré levemente el entrecejo, encajaré una media sonrisa socarrrona y mientras le paso el testigo diré para mis adentros.... ¡ahora te vas a enterar!!!!!!

Claro que......... bien pensado.... luego vendrá eso de quedarse con el enano siempre que ella decida salir a cenar, por ejemplo. ¡Pues menuda venganza!

¡Si es que no aprendemos!!!!!!!!

2 comentarios:

Bertix dijo...

Ser padres es la experiencia creo más gratificante de nuestras vidas. Yo, al menos, he descubierto el auténtico AMOR, EL INCONDICIONAL, el que me enseña a traslardarlo a los demás.

Enhorabuena.

Un abrazo.

pipe dijo...

Bahhia, bonito traslado!!!